sábado, 5 de febrero de 2011

Heridas de guerra




Solo sé, que tuve la bendición de nacer en la única nación del mundo que no tiene fuerzas armadas.

Mi país, pequeño pero bello, posee tanta riqueza, que satisface todos los sentidos. No temo en manifestarlo.

Pero que es lo que pasa cuando una musa disfruta de tener heridas de guerra, de las que nunca ha emanado ni una sola gota de sangre?

Alguna vez mi madre me dijo: "porque usted disfruta de ver marcas en su cuerpo que han sido causadas por dolor?"

Si, es cierto. Puede sonar un poco masoquista (cosa que no soy). Pero, querido lector, soy una aficionada de la adrenalina!

Disfruto de las experiencias al extremo, tiene esto algo de malo? Que pasa? cuando se supone que una musa nace para ser admirada por su belleza, por su delicadeza, por su feminidad, por su naturaleza de nada más ser admirada y no verse marcada por duras experiencias (aunque sea producto de la adrenalina)?

Esta musa salió con defectos de fábrica... Ha fallado el control de calidad, al enviar a esta musa a existir y sentir satisfacción por ser la que se llena las manos de tierra y disfruta (sin lugar a duda) de sentir entre sus dedos la aspereza de los minerales del interior del planeta, o al sentir el sudor bajar intenso por el surco de su espalda, cuando después de estar trabajando duramente al sol, se ha creado un sentimiento de cansancio que solo la invita a cerrar sus ojos y dormir por horas...

Musa defectuosa, será que en otra vida no eras musa? esto podría explicar muchas cosas ahora...

Este es mi defecto... vivo de manera intensa.

Soy la musa que disfruta tomando una cerveza y fumando un cigarro, la que se ríe de tal manera que todos saben que está ahí. La que pega a un saco y saca la furia interna hasta que sangran sus manos, esa que corre por la calle y siente que el aliento está robándome un poco de vida.

La musa que cuenta en una mesa de tragos, cuanta aventura estúpida y sin sentido ha tenido en los pocos años que ha estado robando aire al planeta. Esa que hablar de temas censurados, la que roba un beso no esperado. La musa que escucha la música que ninguna musa escucha.

Soy la que camina por horas y horas hasta sentir que las rodillas fallarán con el próximo paso que dé. Soy la que se ensucia el cabello, la que sale en pijama a la calle y esa que simplemente no quería usar tacones hoy.

Estas son heridas de guerra, las que llevo marcadas en cada una de mis extremidades. Creo que si hoy mi madre me preguntara de nuevo que porqué disfruto de las marcas de mi cuerpo, le respondería que cada una de ellas me ha dejado tantas cosas.... de cada una de ellas me llevo imborrables recuerdos, experiencias, enseñanzas, satisfacciones y risas!

Cuanto deseo tener más heridas de guerra... cuanto espero que esta musa defectuosa siga viviendo, principalmente ansiando ver que le deja el camino a esta musa exótica poco normal!

1 comentario:

  1. Querida Musa: Si algún día necesitas cambiar de poeta o de escritor, uno que te valore más por tus heridas de guerra que por tu fragilidad o feminidad... acuérdate de este pobre creador.. y de su musa... Cordiales maullidos desde Madrid...

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