martes, 19 de abril de 2011

Vestido de musa


Hoy decidí maquillarme diferente. Me maquillé de manera que todos me vieran, no era un maquillaje extraordinario, pero estaba decidida a llamar la atención. Pinté mis labios de rojo profundo y mis párpados de un negro penetrante.

También tomé el vestido que nunca me puse, el que nunca hubiera comprado, el que era diferente a todo lo que usé antes y así lentamente lo puse sobre mi cuerpo.

Puse también a mis pies, los zapatos más bellos que tenía guardados y salí a caminar.

Mis pasos eran firmes y sin embargo no sabía hacia donde iba.

Me sentía libre y feliz de caminar sabiendo que atraía miradas, porque hoy lucía hermosa.

Y lo que más me hacía feliz era saber que no me había arreglado para alguien en especial.
No esperaba que mi celular sonara sabiendo que era la llamada de esa persona que no me merecía.

No estaba a punto de desesperar porque un "hombre ideal" no llegaba con prontitud a mi vida.
No enloquecía porque no estaba en mi peso ideal o porque la ropa que vestía, no la hubiera usado antes, igual me sentía como modelo de portada de una revista de última moda.

No pensaba en que los años están pasando rápido y que aunque tengo mi juventud reflejada todos los días en el espejo, pronto pasarán y se llevarán mucho de lo que disfruto hoy.

No pensaba en nada que me hiciera ese momento miserable, sólo caminaba y me sentía la musa más bella de la ciudad.
Sentía el sol cálidamente acariciar mi piel morena y darle vida con cada rayo que me regalaba.

Ese momento solo cabíamos en la ciudad mi ego y yo y la dicha de ser musa.

Me sentía feliz por hoy y por todos aquellos días que al igual que hoy, no me interesaba hacia donde iba, sino solamente me importaba sentirme bella y que todos me vieran así.

Y vos musa... te sentís así hoy? Ya usaste tu vestido de musa? Sólo no desperdicies la oportunidad de sentirte bella....

miércoles, 6 de abril de 2011

Alfonsina de Papel


Hoy me siento triste

Tengo el corazón partido en mil pedazos y cada uno de esos pedazos tiene el nombre y el apellido de un hombre que simplemente me dejó en el olvido.

Como muchas canciones que toda la vida escuché, viví la ilusión más bella, el amor más puro y la felicidad más grande durante muchos días.

Lo que más adoraba de ti, mi amor, fue exactamente lo que te ha servido como el arma más destructiva y venenosa. Estaba junto a mi todo el tiempo, me decía las cosas más bellas al oído hasta hacerme dormir tranquilamente y me daba los besos más cálidos que jamás recibí.

Esa arma fue tu boca, fueron tus palabras, fueron tus besos. Simplemente un día te fuiste y no volviste jamás. No se si te burlas de mi hoy, o si aún vives...

Hoy, tras un año de tu partida, no se siquiera si alguna vez exististe...

Sabes que desde aquella hermosa mañana en que te fuiste, no te he podido olvidar? Cada día lloro tu ausencia, cada día pierdo el sabor de tus besos y tu ropa ha perdido el olor a tu piel.

No puedo dejar que te vayas de mi. Aunque suenen estas palabras como si no fueran mías, no puedo vivir sin ti. Siento que en verdad mi vida no tiene sentido.

Alguna vez escuchaste la historia de Alfonsina y el mar? Ahí, esa musa bella decía a su amor que no la buscara más, que ella había partido en compañía de la soledad hacia las aguas profundas del mar, dónde tranquila quedaría su alma tendida en el fondo del mar.

Creo que ahora, mi querido amor, no me queda más que dejarte esta carta, con la esperanza de que la leas y que entiendas que mi corazón destrozado siempre será tuyo, pero que la soledad ha comido mi alma y no puedo vivir más.

No te culpes, la culpa la tuvo mi débil corazón... perdóname por no poder esperarte más, pero esta Alfonsina de papel, se va igual.... como en sueños, dormida... arrullada en el canto de las caracolas marinas